lunes, 20 de agosto de 2012

Érika

No me molesta que callaras
no me molesta que tu plan fuera silencioso
ni siquiera me molesta que lo que alcanzaste a decir fuera el reflejo de ti misma.

Ni si quiera alcancé a sentirte de cerca
y até tantos cuerpos a mi al rededor
ni siquiera alcancé a completar tu puzzle
y tu voz fue segmentada.

Se porqué lo pensaste mejor ahora
me gustaría haber contenido tu llanto
me gustaría haber retocado tu melodía
te fuiste del mar
al mar.

Me dejas apretado como un atardecer
me dejas contenido y con razón
qué mierda sabes
qué mierda encontrarte la razón.

No puedo dejar de imaginar
cuanta realidad hay en esta bruma
cuánto cuerpo tiene este artificio

cuánta veleidad tiene la necesidad
el escozor de pensarte, de elevarte
una y otra vez.

Mi fe finalmente lanza una bengala
no te tengo
pero hoy me tengo un poco más que ayer
gracias por eso
gracias por ser una estrella.

domingo, 19 de agosto de 2012

La carta guardada

Siempre tuviste razón.

Nos encontramos alguna vez al borde las leyes morales que nos hacen de contorno. Fuimos pasajeros en el sueño de un ángel pervertido. Fuimos tesoros enterrados. Yo te vi cruzar la pupila de los ojos de mi hermano,   y eso ya no es un recuerdo, es un tatuaje, un estigma. Te encontré perdida mientras yo no me encontraba. Logré percibir la fuerza de tu pesadilla, el significado de tu grito. Mi única amiga, la única flor de mi valle. Estábamos más juntos que nunca cuando te oscureciste durante el solsticio, yo soñé con unos brazos que sin querer logré hacer realidad. Las mareas mostraron su renuncia a los barcos en ese instante. Yo venía del viaje y tú sólo me recordabas todas las respuestas. Entonces el reloj comenzó a correr en mi, un corazón decidió que alguna vez mi corazón decidió por ti, pero yo ya no quería respuestas, quería puertas de salida. Y tu me soportaste, Dios te salve, y me viste caer y me viste perder y oíste el rocío que pudría por dentro. Uniste las piezas del rompecabezas, dormiste mi sueño y luego, por un segundo, creíste en mi.

Yo no pude detenerme, y no quise detenerme. Dejé anclarse al más fresco de los vientos, le cerré los ojos a la músico, a la pelícana.

Y aún ahora, cuando quizás tu amor ha emprendido el viaje de regreso, cuando quizás tu alma se ha separado del junco, cuando quizás tu búsqueda empieza por un camino que está cada vez más lejos de mi, o, cuando aún ahora tu valle murmura algunos versos al viento, no puedo dejar de correr frente a ti. Eres lo único que brilla en esta acequia, eres la única palabra inteligente en esta ciudad llena de ojos.

Ojalá que tu ángel tenga paz o asilo
seguro yo me lamentaré mañana de esta cobardía.

Algún día lo dejaré todo y me iré al limbo de tu pie
y será tan tarde.




Recuerdos de Cobra

Aún se pueden oír los quejidos del niño que fuiste
aún se amontonan en ti los lebreles
y aún llevas las marcas de sus colmillos.

Es la maldición de tu clase
es el cadalso de los muertos.

Recuerdas a Cobra, recuerdas el engaño
¡Esa fuerza te hace retroceder!
Recuerdas a las actrices cómplices de tu dueño
decapitadas esta vez.

Tanta sepultura que le diste a esos cretinos
tanto cementerio y ningún cadáver.

Tu batalla fue falsa
Cobra es una alucinación fantástica.

Tu batalla fue falsa
Cobra es la marca del pioneta.

Se estrellan los ecos en los bordes de los acantilados
por cada metro una parte tuya, un pedazo de cartón.

En tu bandera está Cobra
cuando izas tu imperio, lleno de desilusiones
tu sangre es esa amalgama
mucha agua y poco veneno.

Catastro

Preparo el camino y te comprendo
mientras arremango mi fuego almidonado
me salvo y no me salvo
me quemo y no me quemo

Clavo mi oído en el fondo del tango cromado
y los dientes se aprietan
nadie sube
y yo te miro sin poderte mirar.

Rezo y no rezo
sueño y me despierto
enmarco las palabras del capitán
¿Hay estrellas? Hay eternos cristales

Te comprendo y me despido
yo no me comprendo y te saludo.

Y yo me quemo sin poderme quemar.